miércoles, 4 de enero de 2012

Málaga – Ponferrada (la hora de la verdad)


La sorpresa  vino con el coche que decidimos alquilar para llegar a Ponferrada desde Pizarra, resulta que el Altea que reservamos no esta disponible y nos dan un coche de gama superior por el mismo precio (pedazo pepino).


 A las 4 de la madrugada nos disponemos a atravesar la península en busca de nuestra aventura cinco amigos: Miguel, Heavy, Domi, Beli y yo.


El viaje ha estado bien, nos hemos reído bastante, “rajando” unos de otros y en general ha sido un viaje muy placentero. 
 

Llegamos a Ponferrada y no tuvimos muchos problemas para dar con nuestros destinos: Albergue, castillo templario etc, y nos sorprende la calida bienvenida que nos dan en el albergue. Después nos vamos a entregar el coche, a tomar unas birras y unas risas, compramos en un súper algo de comer y nos montamos una merienda-cena en el merendero del albergue donde empezamos ya a conocer gente. 
 
Nos vamos prontísimo a la cama (10,15h.), con la emoción de sentirnos peregrinos, la ilusión del que comienza su aventura y con los nervios del que no sabe aun lo que le espera en este camino.

martes, 3 de enero de 2012

Ponferrada - Pereje (primeros pasos)


El Heavy me despierta y para mi que estaba durmiendo en el Ritz. El Heavy ronca hasta el punto de la vergüenza.

 

Salimos a las 6:17h. por las calles de Ponferrada con bastante fresquito y no tardamos en darnos cuenta de que aquí en el norte, los pueblos son chiquitos y muy cercanos unos de otros. Pronto el Domi y yo vamos ganando terreno y separándonos del grupo, tónica
 que sigue toda la etapa.



El camino es bastante llano aunque hay algún repecho que nos hace sudar y por lo general el Domi y yo solemos pasar a todos los peregrinos.
 


  Pasamos por numerosas viñas y bodegas y tengo que reconocer que no conocía el vino del Bierzo.
Domi y yo vamos solos, el calor no tarda en aparecer y no se ira en toda la etapa. El camino bien en todo, señalización, paisaje y agua, sobre todo el poder del agua en la comarca del Bierzo.



Llegamos a Villafranca del Bierzo y la Beli esta tocada, en la media hora que esperamos, vemos el albergue, bebemos agua fresca, y nos sentamos a esperar. Cuando llega el “trío calamidad”, retomamos el camino por el borde del asfalto y he de reconocer que el suave ascenso de 6Km se me hace mas duro de lo esperado.


Llegamos a un pueblo que parece abandonado, pero que tiene todo lo que necesitamos, un buen bar y un mejor albergue. Mañana será duro, pero porque hoy estamos tocados.

Pereje - O Cebreiro (entrando en Galicia por la cuesta grande)


Toca diana a las 5:00h., por ahora las noches son estupendas.


 Salimos del albergue y se nos quedan los “huevos” congelados del frío que hace. La Beli al poco se queda, empiezo a preocuparme pues no se si será capaz de terminar. Pronto llegamos a Trabadelo, cafecito caliente y continuamos, Miguel y Beli se quedan par ir en autobús. Domi, Heavy y yo seguimos nuestro camino dirección O Cebreiro, desayunamos en Ruitelan, al que llegamos sin mas problemas que el exceso de asfalto, la planta de los pies nos arden, pero el frío sigue.


Retomamos el camino por asfalto hasta “Las Herrerías” donde pronto la cuesta comienza a ser pronunciada. Cogemos el desvío para subir a pie y comenzamos la ascensión a O Cebreiro, la puta caña, cuesta mas grande no hay en el mundo, con rampas del 25% . El tobillo va tocado, lo mejor el paisaje, corredoiras sombreadas maquillan una subida brutal o peor. A 2 Km de la cima, paramos  en  La Laguna y nos “cargamos” unas Jarras de cerveza que nos resulta el mejor momento del día. 
 
Cuando continuamos nuestra marcha, los 2 Km se nos hacen interminables, pero cuando por fin llegamos a O Cebreiro, nos recibe un pueblo que parece que este en la época medieval.

 
“Pillamos” sitio en el albergue y nos vamos a ver el pueblo y a seguir con la cerveza. Al medio día comemos de “puta madre” como siempre y descansamos un poco.
 


Mañana es la etapa mas larga, no se si llega en buen momento, mañana lo veremos

lunes, 2 de enero de 2012

O Cebreiro – Sarria (o como morir andando)


Me preguntaba ayer si la etapa de hoy llegaba en buen momento y ahora que he terminado sigo sin saberlo. Por un lado hemos conseguido llegar que no es poco y me hace pensar que sí, que era un buen momento, por otro lado, he llegado si, pero muerto, nunca antes había estado tan cansado y no se como afectara esto al resto del camino.
La etapa de hoy no solo ha sido dura, sino que también ha sido preciosa, de las mas bonitas hasta ahora, con unos paisajes espectaculares, bajando O Cebreiro, subiendo el alto del Poio, caminando por corredoiras llenas de árboles que unían sus copas formando un techo natural de ramas y hojas, precioso.


Llegamos muy bien hasta Triacastela, el Heavy lleva un pie abierto y decide parar y esperar a la Beli que por supuesto ya se había quedado. Nosotros continuamos para Samos eligiendo el camino mas largo y aunque bonito se hace más que largo, algo de culpa tienen también las señales que indican los Kilómetros que les da la gana.
Llegamos muy quemados a Samos y encima tenemos que desviarnos de nuestro camino para ver el monasterio, y no vamos precisamente sobrados de fuerzas, y lo peor, aun nos quedan 11 Km. para llegar a Sarria. Decidimos tirar por asfalto (maldito asfalto) para llegar pronto, el problema es que el asfalto se hace muy duro, el cansancio hace mella y el paisaje ya no es tan bonito. Se hacen los kilómetros mas largos de mi vida, donde llegue a pensar que no podía mas y abandonaría, no se de donde saque las fuerzas (el Domi también me animaba), y finalmente llegue cojeando a Sarria. Nos adentramos en el pueblo y no encontramos ni un puto bar abierto ¡y son cerca de las 3 de la tarde!. “Lo que tu dijiste Ché, llegaremos a Sarria aunque sea a las tres” me dice el Domi. 
 
Comemos en el primer bar que encontramos abierto, un italiano, que nos ha parecido “de puta madre”. Después de comer retomamos camino al albergue, que hoy por ser mas tarde de lo normal, tenemos que “pillar” uno privado, aunque creo que nos vendrá bien para descansar, es la primera vez que conseguimos una habitación para los cinco.


Dejo este diario a espera de que Beli me arregle los pies, que tienen ampollas por primera vez en el camino. 



 
P.D.: El Domi se ha dado cuenta de que siguiendo las etapas nos sobra un día y podemos hacer menos Kilómetros diarios a partir de ahora, y nos podemos repartir mejor las etapas, ¡fantástica noticia!, en un día tan duro. UTREIA

Sarria – Portomarin (suave que me estas matando)


Anoche estaba tan cansado que no podía dormir, y cuando empiezo a caminar, aun en la noche, noto que la hazaña de ayer me sigue pasando factura. Esperamos una etapa suave, que no exija mucho desgaste  y así es. Y no solo es suave, sino que también es bonita, la mejor por ahora.


Tiramos el Heavy, el Domi y yo. La Beli y Miguel se quedan atrás. Tomamos café en una taberna en mitad del camino, el mejor café por ahora de todo el camino.


Nos amanece un día gris plomizo con un poco de niebla.

La etapa es guapísima, sobre todo unas subidas por unos carriles con piedras de granito por en medio y corrientes de agua alrededor, es increíble ver tanta agua por todos lados.
Decidimos desayunar en Ferreiros y paramos en el bar de la mujer más encantadora de todo el camino: Julia. Nos pone el bocadillo más grande del mundo y nos cuenta como cuida de los peregrinos, dejándonos ver su gran corazón. Nos hubiera gustado pasar la noche allí, pero son solo las nueve de la mañana y hemos de continuar.


El resto del camino bastante bien, la entrada a Portomarin con el rio Miño y el gran puente, nos parece una fantástica bienvenida.
Llegamos al albergue, saludamos a algunos ya conocidos y también nos llevamos la sorpresa de encontrarnos con un par de pizarreños que van en bici hasta Melide. Más cervezas, una ducha y a comer al pueblo.


Mas tarde nos animamos a tomar unas cervezas y reírnos un rato en el bar. Juntamos un buen grupo entre catalanes y andaluces y decidimos salir por la noche a la “noche de San Juan” que nos defraudo un poco pues en Portomarin lo celebran los vecinos con una cena privada.


 El Domi y yo nos vamos a la cama mas tarde de lo habitual y con algunas birras de mas, mañana será una etapa un poco mas larga, a ver que tal se da.

domingo, 1 de enero de 2012

Portomarin – Palas de Rei (la monotonía hecha camino)


Me duele la rodilla y también el pie, así que me entierro en cremas y pa´lante. 


Nada mas salir del albergue paramos a tomar café  en el mismo bar donde estuvimos de cervezas ayer, el camarero alucina con nosotros y nos comenta que no hubiera apostado ni un euro por que nosotros estuviéramos ya dispuestos a emprender nuestra ruta.


Salimos Heavy, Domi y yo. Beli y Miguel, como viene siendo habitual, se quedan. 


La etapa prometía algo más al principio cuando pasamos el Miño por una estrecha pasarela, pero después, sinceramente, no había por donde cogerla; todo el camino prácticamente es paralelo a la carretera, rompe-piernas total, con grandes subidas y bajadas, y con olor a mierda de vaca, cerdo, gallina en toda la etapa.
Me ha resultado muy dura porque físicamente voy mal, la rodilla no me da tregua, el empeine igual y la ampolla del pie izquierdo me va a matar, y no veía nunca la llegada.



Ya digo, la etapa es monotonía pura y dura, y lo peor el parte de guerra: Ampolla en pie izquierdo en la planta, ampolla en el dedo pequeño del pie derecho, rodilla derecha destrozada y parte superior del tobillo izquierdo inflamado y dolorido.


Mañana pretendemos improvisar un poco. Ya quedan dos etapas y tenemos tres días por lo que es cuestión de repartir los kilómetros lo mas equitativo posible. 


Ya queda poco, a ver si aguanto.


Palas de Rei – Rivadiso (paso tranquilo)


Hoy he pasado toda la etapa con la Beli. El Heavy, Domi y Miguel tiraban muy fuerte y yo esta físicamente mal, y la verdad es que me ha venido muy bien para recuperar.


La etapa ha sido preciosa y mas aun comparándola con la de ayer. Pasando por aldeas sacadas de la edad media, así como por un puente romano bastante bonito.

Intento que la Beli aguante el tirón, porque la verdad es que no me apetece nada tirar solo, asi que intento hacerla reír y entretenerla, llevamos buen ritmo y la etapa esta siendo cómoda y aunque es larga, se nos hace bastante corta.


Hoy nos ha llovido, sabíamos que algún día tocaría y ha sido hoy entrando en Melide, asi que a estrenar chubasquero y seguir andando. También pasamos por la famosa “Pulperia de Ezequiel”, pero son las 9 de la mañana y no esta hora no apetece mucho el pulpo, una pena, mala suerte. 


Llegamos al albergue de Rivadiso, esta que “te cagas”, igual que el mesón que hay junto a este. Allí coincidimos con los amigos catalanes y los de utrera. Muchas cervezas y mas risas, como colofón se nos ocurre la broma de meterle a la Beli un adoquín de granito en su mochila, no llegamos a perpetrarla pero a todo el albergue le entro la risa, gran momento.


Los mojones del camino nos van indicando que estamos cerca, y ya vamos teniendo ganas de llegar. El estado físico parece que mejora. Esperemos acontecimientos.